¿Alguna vez te has preguntado la relación que tiene la belleza y el amor propio? Antes de responder a esta pregunta, es importante hablar del autoconcepto y la autoestima. El autoconcepto es la imagen que tenemos de nosotros mismos y la autoestima es la negatividad o positividad que podamos darle a esta imagen. Por ejemplo, yo puedo ver que tengo unos kilos de más pero, hasta que no lo valoro de forma negativa no está entrando en juego mi autoestima.
Para nadie es un secreto que esta valoración que tenemos de nosotros mismos se basa en supuestos de la sociedad. Pues, una persona puede ser más o menos atractiva físicamente según los cánones de belleza de la sociedad. Por eso mismo, es tan importante fortalecer el amor propio para que los estándares de belleza de la sociedad no afecten nuestra autoestima.
Tener amor propio implica tener una autoestima y un autoconcepto realista, ver las cosas que podemos cambiar y las cosas que no, aceptarlas y amarlas. Por otro lado, el amor propio es un trabajo de todos los días, es vernos al espejo con amor, es crear buenos hábitos para que nuestro mundo interior sea coherente con nuestro mundo exterior. Definitivamente, cuando trabajamos en nosotros mismos, en nuestra compasión, en nuestras relaciones y en nuestro entorno es cuando reflejamos una belleza verdadera.
Recuerda, la belleza no es un cuerpo perfecto, un rostro perfecto, la belleza no tiene que ver con la perfección, la belleza busca resaltar y potenciar la naturalidad de cada persona, realzando sus rasgos distintivos y celebrando su individualidad.
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