La piel, el reflejo de cómo estamos por dentro.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y por eso mismo, tener hábitos saludables tiene un impacto fundamental a la hora de cuidar nuestra piel. Ahora bien, la gran pregunta es: ¿Qué tipo de hábitos debo involucrar para que mi piel esté saludable? Hay muchos que se podrían incluir, pero a continuación nos enfocaremos en dos:
El primero es el ejercicio y tiene tres grandes beneficios para nuestra piel:
- ¿Sabías que el sudor puede ser un antiarrugas para nuestra piel? Según, Josefson, Debora. (2001) en su artículo “Bacteria killer found in sweat”, cuando practicas deporte segregas endorfinas y esto hace que tu piel se vea más elástica y luminosa, generando una apariencia más suave y juvenil. Por otro lado, hacer ejercicio mejora y previene la posibilidad de tener afecciones en la piel, como los puntos negros o el acné, ya que el sudor nos ayuda a eliminar la suciedad e impurezas de los poros, en otras palabras, es un excelente limpiador.
- El segundo beneficio de hacer ejercicio es que mejora el flujo de oxígeno. Esto quiere decir que, al practicar alguna actividad física, la sangre fluye mejor a todos los órganos favoreciendo la llegada de nutrientes y oxígeno, haciendo que nuestra piel luzca más radiante y saludable.
- Por último, el entrenamiento HIIT (Entrenamiento en intervalos de alta intensidad) es un aliado para nuestra piel ya que aumenta la actividad de la telomerasa (enzima que permite un mejor crecimiento y replicación celular), lo cual es beneficioso para la piel porque ayuda a sustituir las células viejas por células nuevas y sanas.
El segundo hábito, es la alimentación. Sin duda es un tema muy amplio, así que hoy te daremos 3 TIPS que puedes empezar aplicar para tener una piel saludable.
TIP 1: Incluye alimentos ricos en grasas saludables como: Frutos secos, pescados azules, semillas, aguacate, coco, aceite de oliva, etc.
TIP 2: Aumenta alimentos ricos en antioxidantes como lo son: Kiwi, naranja, piña, espinaca, fresas, cerezas, chocolate, etc.
TIP 3: Incorpora alimentos ricos en colágeno como: Brócoli, gelatina, proteína animal, huevos, etc.
Cuidarse la piel es más fácil de lo que crees, empieza poco a poco incluyendo estos hábitos y verás cómo tu piel empieza a transformarse. Recuerda que siempre debes acompañar estos hábitos con una rutina de limpieza, hidratación y foto protección y visitas frecuentes a tu dermatólogo. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y es un reflejo de cómo estamos por dentro. Aunque no lo parezca, su función no es solo proteger, la piel manifiesta el estilo de vida que llevamos, cómo nos alimentamos, cómo dormimos y cómo expresamos nuestras emociones. Así que es hora de cuidar y proteger este escudo que vive para ti las 24 horas del día.
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